sábado, 4 de abril de 2020

CD TENERIFE 5-3 SS LAZIO (1/16 DE FINAL - COPA UEFA 96-97)

NOCHE MÁGICA EN EL HELIODORO PARA UNA REMONTADA HISTÓRICA

FOTO: SANTIAGO FERRERO

Seguramente la noche más mágica vivida en el Heliodoro Rodríguez López. Y es que no todos los días se le endosan cinco goles a un ‘grande’ del fútbol europeo, remontando además hasta tres veces un resultado adverso. Pero todo eso, y más, se vivió en el recinto santacrucero. El Tenerife, arropado y vinculado emocionalmente como nunca con su afición, levantó una eliminatoria que se veía imposible durante casi todo el partido y brindó una noche que quedará guardada en letras de oro en el imaginario blanquiazul.

Heynckes salió con todo. 4-4-2 muy ofensivo, con rombo en el centro del campo (Jokanovic-Chano-Felipe-Pinilla), Juanele como enganche como libertad total y Kodro como referencia. Además, Pablo Paz y Ballesteros cubrían en la retaguardia la baja de dos habituales como Antonio Mata y Julio Llorente.

                        No obstante, el partido empezó de la peor manera posible. Se había hablado mucho de que no se podía encajar, que al no marcar fuera (la Lazio había vencido 1-0 en la ida) un gol de ellos valía doble… Pues a los 12 minutos el checo Pavel Nedved se sacaba un tremendo disparo ‘marca de la casa’ y ponía el 0-1 en el marcador.

                        El Tenerife debía marcar ahora tres goles. Tarea que se antojaba casi imposible ante un equipo italiano como el ‘biancocelesti’. Solo transcurrieron tres minutos. Una falta lateral lanzada por Felipe era peinada hacia su propia portería por un jovencísimo Nesta. 1-1. Había esperanza.

                        Ahí no paró la cosa y el partido entró en barrena durante 12 minutos. En una jugada confusa en la que parecía que el árbitro iba a pitar falta en ataque, Kodro acaba fusilando con un fortísimo disparo cruzado a Marchegiani. El linier valida el gol. 2-1. Solo hace falta otro. Pero esa situación solo dura cuatro minutos, lo que tarda Fuser en batir a Ojeda tras una gran jugada colectiva de la Lazio. 2-2. Otra vez a dos goles. Pero esta situación solo dura, esta vez, ocho minutos. Lo que tarda Juanele en cabecear magistralmente un medido centro de Chano. 3-2. Otra vez a un gol. Y llega el descanso.

                        La afición blanquiazul se marchó al receso con el subidón del último tanto de su equipo, pero ese estado de éxtasis no le duró ni un minuto tras la reanudación. Lo que tardó Pierluigi Casiraghi en rematar un centro de Nedved al fondo de las mallas. 3-3. Jarro de agua fría. Mazazo que parecía definitivo.

                        Pero esa noche nunca transcurrió por los cauces de la normalidad. Y es que solo 120 segundos después, Jokanovic peinaba una falta lateral lanzada por Chano y alojaba el esférico junto al poste, imposible para Marchegiani. 4-3. De nuevo el éxtasis, la ebullición. El Heliodoro, más allá del típico tópico, era de verdad el jugador número 12. Empujaba a su equipo hacia el quinto gol. El gol definitivo.

                        Y éste llegó tras una jugada de estrategia. Chano se disponía a lanzar una nueva falta lateral, muy similar a la que había acabado con el tanto de Jokanovic. Pero esta vez no la puso en el corazón del área, sino que la sacó hacia la frontal. Allí apareció Pinilla, que disparó fuerte y raso, para que Juanele remachara desde el borde del área chica. Ahora sí. El éxtasis. El delirio. Por primera vez en toda la eliminatoria, el Tenerife estaba clasificado.

Tocaba sufrir. Porque… ¿se puede ser del Tenerife sin sufrir? Pues no. Y eso que el Tenerife, en realidad, no sufrió de verdad en esa última media hora de partido, más allá de lo corto del marcador y de que a la Lazio solo le hacía falta un tanto para romper las ilusiones blanquiazules.

Y es que Jupp Heynckes, una vez más, demostró su enorme categoría como entrenador. Gastó sus cambios (César Gómez se había tenido que retirar en la primera parte por lesión), metiendo primero al veloz Neuville por Pinilla, para romper al contraataque a la zaga italiana, pasando a Felipe al centro del campo junto a Jokanovic, dotando así, además, de oficio y experiencia a la medular. Y luego dio aire fresco a la delantera con la entrada del australiano Vidmar, que a punto estuvo de cerrar definitivamente el partido en un par de buenas acciones.

El Tenerife, un señor equipo, supo adaptarse a las circunstancias y a lo que pedía el encuentro ( y su técnico) en ese momento, es decir, equilibrio, solidez y salidas rápidas al contragolpe, pero ya sin ese desordenado entusiasmo que había enloquecido la contienda durante más de una hora. Y se pudo finiquitar. Sin embargo, Juanele, con la portería vacía tras una temeraria salida de Marchegiani, y Alexis, con un disparo lejanísimo desde más allá del centro del campo y con el portero italiano ‘pensando en las musarañas’, erraron por centímetros.

El árbitro alargó el descuento más allá de los cuatro minutos, mientras un Heliodoro que ya había entrado en trance, animaba, pitaba y bullía sin control. Cuatro minutos que se hicieron eternos. Pero que llegaron a su término con final feliz. La remontada se había hecho realidad. El Tenerife había podido con el todopoderoso Lazio. La afición, alborozada y extasiada, celebraba la consecución de una victoria que quedaría para siempre en la memoria blanquiazul. 5-3… y a octavos de final de la Copa de la UEFA.

EL MEJOR: Juanele. Su tremenda movilidad y sus destellos de calidad fueron un incordio constante para la defensa italiana, que nunca pudo pararle. Además, marcó dos goles, uno tras un gran cabezazo y otro que fue el definitivo de la noche. Crack.

CURIOSIDADES: –El Tenerife venció por primera a la Lazio, en su 2º enfrentamiento (en la ida había perdido 1-0). –Segunda vez en su historia que el Tenerife se clasifica para los octavos de final de la Copa de la UEFA (tras eliminar al Maccabi Tel Aviv israelí y al Lazio italiano). Ya lo hizo en la 1993-94, tras eliminar a Auxerre y Olympiacos. –Segunda vez que el Tenerife se enfrentaba a un equipo italiano y primera vez que salía victorioso. En 1993 había caído ante la Juventus. –El Tenerife no ha perdido en su 5 partidos disputados como local en la Copa de la UEFA: 4 victorias (Olympiacos, Juventus, Maccabi y Lazio) y 1 empate (Auxerre). –El Tenerife marcó por 1ª (y única vez) 5 goles en un partido de Copa de la UEFA. –El Tenerife llevaba marcados 27 goles en los 14 partidos oficiales disputados aquella temporada 1996-97. –No había un partido con tantos goles en el Heliodoro (8) desde un Tenerife 8-0 Vélez de la temporada anterior en Copa del Rey. –Juanele marcó su 5º gol del curso y sus dos primeros goles en Copa de la UEFA. Llevaba 18 como blanquiazul. –Kodro marcó su tercer gol de la temporada y con el Tenerife, su 2º en Copa de la UEFA. –Jokanovic marcó su tercer gol de la temporada, primer en Copa UEFA y 6º como blanquiazul. –2º gol en propia portería a favor del Tenerife en Copa de la UEFA, tras el marcado ante el Olympiacos en 1993.

FICHA DEL PARTIDO:

COPA UEFA
1/16 (VUELTA)
CD TENERIFE 5-3 SS LAZIO
CD TENERIFE: Ojeda; Pablo Paz, César Gómez (Julio Llorente, 21’), Ballesteros, Alexis Suárez; Jokanovic, Chano, Felipe, Pinilla (Neuville, 65’); Juanele, Kodro (Vidmar, 76’). Entrenador: Jupp Heynckes. 
SS LAZIO: Marchegiani; Nesta, Chamot, Negro (Grandoni, 53’), Gottardi; Fuser (Piovanelli, 81’), Marcolin, Nedved, Rambaudi; Signori, Casiraghi (Protti, 65’). Entrenador: Zdenek Zeman. 
GOLES: 0-1 (12’): Nedved; 1-1 (15’): Nesta (p.p.);
 2-1 (26’): Kodro; 2-2 (30’): Fuser; 3-2 (38’): Juanele; 3-3 (46’): Casiraghi; 4-3 (48’): Jokanovic; 5-3 (62’): Juanele. 
ÁRBITRO: Ilka Koho (finlandés). Amonestó a Pablo Paz, Alexis, Julio Llorente, Felipe; Negro, Signori y Marcolini. 
INCIDENCIAS: Estadio Heliodoro Rodríguez López. 22.000 espectadores. 29 de octubre de 1996.