El técnico balear se hizo cargo del Tenerife en noviembre de 2015. El mal comienzo de temporada protagonizado por el equipo dirigido por Raúl Agné, hizo que Alfonso Serrano apostara por Martí. Apuesta arriesgada, ya que se acababa de retirar como futbolista profesional y no tenía ninguna experiencia como entrenador.
Pero esa inexperiencia no se notó en absoluto y consiguió hacer funcionar al equipo desde el primer momento. Lo alejó de la zona baja, donde había estado todo el primer tramo de temporada y logró la permanencia de manera muy holgada, haciendo pensar incluso a la afición en un posible playoff.
Su buen hacer en esa primera temporada, hizo que el Tenerife siguiera contando con él para el siguiente curso, el 2016-2017, donde se quería luchar desde el principio por disputar el playoff. Sin embargo, Martí nunca rompió su discurso de ir 'partido a partido', más aún cuando los blanquiazules se encontraron en puestos de descenso tras dos primeros meses de campeonato muy irregulares.
Pero Martí encontró la tecla. Sacó todo el jugo a su equipo, muy rocoso atrás y con la velocidad y desparpajo en ataque de los Aarón, Suso, 'Choco' Lozano y Amath. Además, la guinda del proyecto llegó en enero, con el fichaje del japonés Gaku Shibasaki. El equipo puso la directa a partir de enero e incluso se pensó en el ascenso directo, pero el gran número de empates lastró esta posibilidad.
El Tenerife tendría que jugarse el ascenso a Primera División en el playoff. En semifinales los tinerfeños superaron al Cádiz en una agónica eliminatoria, tras un partido y una prórroga en el Heliodoro no apta para cardíacos, que se acabó decidiendo por la mejor clasificación en Liga del equipo de Martí.
En la final esperaba el Getafe. La ida, en el Heliodoro, se la llevó el Tenerife por la mínima, con un tanto de cabeza de Jorge Sáenz. Todo se decidiría en el Coliseum Alfonso Pérez de la localidad madrileña. Pero allí los tinerfeños no tuvieron su día y tras caer por 3-1, veían como el sueño del ascenso se escapaba por tan solo un gol.
La vuelta de los jugadores a la isla demostró que la comunión entre afición y equipo estaba en un momento álgido, tras un multitudinario y emocionante recibimiento a los jugadores en el aeropuerto de Los Rodeos, a pesar de no haber logrado el ascenso.
Pero esa ilusión se fue perdiendo paulatinamente desde ese fatídico día en Getafe, desde la demoledora rueda de prensa de Alfonso Serrano en la que anunció que no seguía ninguna de las estrellas de la temporada (Amath, 'Choco' Lozano, Gaku, Aarón, Germán...). Los buenos fichajes realizados en verano provocó que la afición se volviera a enganchar, y aún más tras un buen comienzo de campaña, pero solo fue un espejismo.
Esta temporada 2017-2018 superó a Martí. Se le vieron las primeras dudas y se notó esa falta de experiencia, ya que no es lo mismo sacar un equipo adelante, poco a poco y sin exigencias, como había hecho en los cursos anteriores, que tener la exigencia desde el primer momento de ser uno de los mejores equipos de la categoría.
Continuos cambios en el once, tanto de jugadores como de dibujo táctico, y un discurso cada vez más repetitivo, fue desgastando su figura. Si no fue cesado hace ya un par de meses fue únicamente por la total confianza que gozaba de la dirección técnica y de la directiva, y por su buen talante, que evitó un clima de crispación como si hubo en el último tramo con Álvaro Cervera.
Al final, tras la derrota en Granada del pasado sábado y quedarse el equipo a solo un punto de la zona de descenso a Segunda División B, la situación ya no fue sostenible y Pep Martí era destituido como primer entrenador del Tenerife.
Continuos cambios en el once, tanto de jugadores como de dibujo táctico, y un discurso cada vez más repetitivo, fue desgastando su figura. Si no fue cesado hace ya un par de meses fue únicamente por la total confianza que gozaba de la dirección técnica y de la directiva, y por su buen talante, que evitó un clima de crispación como si hubo en el último tramo con Álvaro Cervera.
Al final, tras la derrota en Granada del pasado sábado y quedarse el equipo a solo un punto de la zona de descenso a Segunda División B, la situación ya no fue sostenible y Pep Martí era destituido como primer entrenador del Tenerife.
Es el tercer entrenador con más partidos en la historia del Tenerife
Pep Martí se convirtió esta misma temporada en el tercer entrenador de la historia del equipo tinerfeño con más partidos dirigidos, con 108 encuentros al frente del banquillo blanquiazul. Superó a Jorge Valdano y Jupp Heynckes y solo se ha quedado por detrás de Álvaro Cervera, que es segundo con 110 encuentros, y de José Luis Oltra, que seguirá siendo el técnico con más partidos, al haber dirigido al Tenerife en 128 encuentros oficiales.
Datos de Pep Martí como entrenador del Tenerife
-Dirigió al Tenerife en 108 partidos: Segunda División A (98 partidos), playoff de ascenso a Primera División A (4 partidos) y Copa del Rey (6 partidos).
-De los 108 partidos dirigidos consiguió 39 victorias, 40 empates y cayó derrotado en 29 ocasiones.
-Dirigió 52 partidos como local: 24 victorias, 24 empates y 4 derrotas.
-Dirigió 56 partidos como visitante: 15 victorias, 16 empates y 25 derrotas.
-En los partidos dirigidos por Martí el Tenerife logró 126 goles a favor y recibió 106 goles en contra.
-De los 108 partidos el Tenerife marcó gol en 76 y no pudo marcar en 32 ocasiones.
-De los 108 partidos el Tenerife consiguió dejar su portería a cero en 40 partidos y encajó gol en 68 encuentros.
-Con Martí de entrenador el Tenerife logró la sexto mejor racha de su historia sin perder como local: 26 partidos oficiales seguidos (desde enero de 2016 hasta marzo de 2017).
-Mayor goleada conseguida: Tenerife 4-0 Alcorcón (23-9-2017).
-Mayor goleada encajada: Valladolid 4-1 Tenerife (20-12-2015).
-Utilizó 55 jugadores diferentes: 42 españoles (20 canarios) y 13 extranjeros.
-Jugador con más partidos a sus órdenes: Aitor Sanz (99 partidos).
-Jugador con más goles a sus órdenes: 'Choco' Lozano (16 goles).
-Hizo debutar a 7 canteranos (Ale González, Ale Pipo, Giovanni, Bolaños, Nahuel, Brian Martín y Borja Llarena).